Un municipio de la costa atlántica acaba de adquirir una miniexcavadora para sus servicios técnicos y así poder disponer continuamente de una máquina de obras públicas para sus trabajos en carreteras y limpieza de playas. El municipio compró una miniexcavadora R25Z-9A a Motard, el concesionario Hyundai Construction Equipment local.

 

Con muchas playas de más de dos kilómetros de largo en su zona, el municipio, como todos sus vecinos, necesita llevar a cabo muchas obras públicas durante todo el año: paisajismo, reparación del pavimento, limpieza de raíces de los árboles en las carreteras, cunetas y reparación de sistemas de alcantarillado. Y al estar en un lugar costero, también necesitan reponer y cribar la arena de las playas, instalar cubos de basura en verano, quitar vallas de invierno, etc.

¿Alquilar o comprar?

Esta es la cuestión a la que se enfrentó la ciudad: seguir alquilando una máquina a un tercero cuando la necesitaban, o comprar su propia excavadora. "Debatimos sobre si comprar o alquilar, y finalmente optamos por la compra. Comprar nuestra propia excavadora significa que siempre está disponible cuando la necesitamos, mientras que el alquiler planteaba ciertas restricciones: teníamos que llamar para reservar una máquina y luego ir a buscarla, lo que suponía un gasto adicional a los costes de alquiler. Y además, si teníamos que hacer algunas obras menores de solo media jornada, teníamos que pagar por una jornada completa. Ahora que tenemos nuestra propia máquina disponible, la usamos todos los días porque es bastante versátil y compacta, lo que es ideal en la ciudad", explicó el responsable de carreteras y limpieza de playas del municipio.

En realidad, su tamaño compacto fue uno de los criterios que tuvimos en cuenta para elegirla: "Tenía que ser maniobrable para el tipo de trabajo que realizamos en zonas urbanas, donde habitualmente el espacio es limitado. Pero también tenía que ser lo suficientemente potente como, por ejemplo, para arrancar raíces", añadió. Los cuatro criterios que utilizamos para tomar la decisión fueron maniobrabilidad, potencia, versatilidad y tamaño.

"Así que tras sacar a concurso la compra y haber recibido varias ofertas, elegimos Motard, concesionario de Hyundai Construction Equipment en nuestra zona, y compramos la miniexcavadora R25Z-9A, que nos entregaron en febrero ", continuó el responsable de carreteras. "Además, durante el proceso de concurso, también insistimos en probar todas las máquinas; a nuestros operadores les gustó mucho la R25Z-9A y su opinión tuvo mucho peso", añadió.

La R25Z-9A, una miniexcavadora de 2,6 toneladas

Esta miniexcavadora está equipada con un motor Mitsubishi Etapa IV con una calificación Z (Z= radio de giro cero, lo que significa que puede girar dentro de su propia huella, y por lo tanto es capaz de trabajar dentro de espacios extremadamente restringidos), y con cucharas con una capacidad de hasta 0,07 m3. Esto es particularmente importante para los equipos de construcción pequeños, porque las miniexcavadoras se suelen utilizar en entornos difíciles con poca visibilidad o mala iluminación.

 

La cabina de la R25Z-9A cuenta con un asiento con suspensión, pedales plegables, una palanca sensible y un área de almacenamiento para mayor confort del operador. El cuadro de instrumentos muestra advertencias y dispone de un indicador de temperatura del agua de refrigeración, un indicador de combustible y un contador de horas para que el operador pueda comprobar el estado de la máquina de un solo vistazo. Además, el bajo nivel de ruido dentro de la cabina cerrada es de solo 82 dB(A), y fuera, de solo 94 dB(A). Otro factor de importancia en el diseño de la R25Z-9A es su fácil acceso para labores de mantenimiento. Todas las puertas, cubiertas y capós pueden abrirse por completo, y todos los puntos de servicio están situados en la misma zona para que las comprobaciones diarias puedan llevarse a cabo de forma eficiente.

La R25Z-9A alcanza una profundidad máxima de excavación de 2420 mm y un alcance máximo de excavación de 4480 mm. El modelo R25Z-9A cuenta con dos velocidades de traslación, 2,5 y 4,5 km/h, por lo que se puede utilizar a baja velocidad en entornos de trabajo más difíciles, o a alta velocidad en obras.